No he tenido nunca la desafiante tarea de enseñar en un contexto educativo donde participan personas con alguna discapacidad. He tenido cercanía con esta realidad desde otros lugares, fuera de la escuela. Cuando sea docente quisiera, como en el video se expresa, no subestimar jamás la capacidad de ningún estudiante. Quisiera poder partir del saber de los padres y de lo que los demás estudiantes pueden construir en la convivencia con su compañero. Seguramente sentiré que no estoy preparado, pero quisiera vivir ese momento como oportunidad para aprender. Ojalá que ese aprendizaje pueda ser con otros. Porque es más fácil crecer cuando somos varios los que creemos. Las personas con discapacidad nos movilizan porque nos obligan a convivir con aquello que tememos o sentimos como limitaciones. Sin duda su presencia nos enriquece porque nos obliga a aprender de ellos, a pensarnos, a trabajarnos, a pensar la vida desde otro lugar. Todo esto es trabajoso, cuesta, por eso aparece la resistencia. Estamos llamados a abrirnos, a seguir aprendiendo a estar en el aula subjetivando y subjetivándonos
Coincido con vos Alfredo. Creo que es un desafío constante la actividad docente, nos genera dudas e intrigas, sobre todo con personas (chicos) integrados. Debemos obligarnos a tener esa idea de integrar no sólo a ellos, sino a nuestro imaginario su presencia en el aula y las posibles estrategias a seguir.
En la escuela donde trabajo como bibliotecaria esta experiencia de integrar adolescentes con discapacidad ya es una realidad. Hace dos años atrás, una maestra integradora acompañaba en el aprendizaje a una adolescente sorda. La adolescente se podía expresar y podíamos mantener un intercambio oral posible de ser entendido por ambos interlocutores. Y aún hoy hay un estudiante que no tiene problemas de audición pero si tiene otra discapacidad y está preparándose para rendir materias para poder egresar. Creo también que el obstáculo a superar es la idea de que en las escuelas no se puede integrar a niños o jóvenes con discapacidad. Se puede, las estrategias de enseñanza serán distintas. Solo hay que ponerlas en práctica. Luisa
Que rica tu experiencia! Lucia te doy la bienvenida al Blog! Si podes comentarnos sobre la integración de la estudiante con sus compañeros, con los docentes, con la dirección, etc. Me pregunto también que pasaría si no estuviese el acompañamiento de la maestra integradora.
No he tenido nunca la desafiante tarea de enseñar en un contexto educativo donde participan personas con alguna discapacidad. He tenido cercanía con esta realidad desde otros lugares, fuera de la escuela.
ResponderEliminarCuando sea docente quisiera, como en el video se expresa, no subestimar jamás la capacidad de ningún estudiante.
Quisiera poder partir del saber de los padres y de lo que los demás estudiantes pueden construir en la convivencia con su compañero.
Seguramente sentiré que no estoy preparado, pero quisiera vivir ese momento como oportunidad para aprender. Ojalá que ese aprendizaje pueda ser con otros. Porque es más fácil crecer cuando somos varios los que creemos.
Las personas con discapacidad nos movilizan porque nos obligan a convivir con aquello que tememos o sentimos como limitaciones. Sin duda su presencia nos enriquece porque nos obliga a aprender de ellos, a pensarnos, a trabajarnos, a pensar la vida desde otro lugar. Todo esto es trabajoso, cuesta, por eso aparece la resistencia.
Estamos llamados a abrirnos, a seguir aprendiendo a estar en el aula subjetivando y subjetivándonos
Coincido con vos Alfredo. Creo que es un desafío constante la actividad docente, nos genera dudas e intrigas, sobre todo con personas (chicos) integrados. Debemos obligarnos a tener esa idea de integrar no sólo a ellos, sino a nuestro imaginario su presencia en el aula y las posibles estrategias a seguir.
ResponderEliminarEn la escuela donde trabajo como bibliotecaria esta experiencia de integrar adolescentes con discapacidad ya es una realidad. Hace dos años atrás, una maestra integradora acompañaba en el aprendizaje a una adolescente sorda. La adolescente se podía expresar y podíamos mantener un intercambio oral posible de ser entendido por ambos interlocutores. Y aún hoy hay un estudiante que no tiene problemas de audición pero si tiene otra discapacidad y está preparándose para rendir materias para poder egresar.
ResponderEliminarCreo también que el obstáculo a superar es la idea de que en las escuelas no se puede integrar a niños o jóvenes con discapacidad. Se puede, las estrategias de enseñanza serán distintas. Solo hay que ponerlas en práctica.
Luisa
Que rica tu experiencia! Lucia te doy la bienvenida al Blog! Si podes comentarnos sobre la integración de la estudiante con sus compañeros, con los docentes, con la dirección, etc. Me pregunto también que pasaría si no estuviese el acompañamiento de la maestra integradora.
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