De acuerdo a los resultados, lograron niveles más altos que la media nacional, pero hay que replantear estrategias para mejorar el rendimiento en Matemáticas. Por Enrique Camino
Comparto extracto del programa de Canal Encuentro "Caminos de Tiza", una entrevista a Emilio Tenti Fantini
"Con respecto a las evaluaciones PISA ¿también hay un mito en relación a esos resultados? Es un mito emergente que es compartido no tanto por la opinión pública sino por los que hacen opinión pública, que son los expertos y especialistas. El mito de la evaluación, hoy todo hay que evaluarlo, hoy en día ya casi gobernar equivale a evaluar. Hay que evaluar los maestros, hay que evaluar los ingresante de las instituciones universitarias, a los graduados de las universidades, a los que terminan el bachillerato, evaluar, evaluar, evaluar… Se busca medir, solo existe lo que se puede medir como dijo alguien brutalmente. Hay un montón de cosas que no se pueden medir. ¿Se puede medir la cantidad de afecto o de compromiso que tiene un maestro con los alumnos?, ¿puedo medir la vocación con un test?, ¿puedo medir el grado de amor?, ¿puedo medir el poder que tiene tal persona y decir el índice de poder que tiene alguien? Hoy hay índices de felicidad, ¿se puede medir la felicidad?, es un absurdo. Conceptos que son tan complejos y reducirlos a dos o tres indicadores y pretender elaborar una medida, diferenciar y clasificar. Lo peligroso es cuando se evalúa desde el Estado, porque el Estado tiene una autoridad, es una voz autorizada. Cuando el Estado dice este es bueno o este es malo no es que lo diga el vecino. Cuando el Estado lo dice lo hace con toda la autoridad de una clasificación oficial. Una cosa es ser pobre y otra cosa es dar un certificado por parte del Estado que te certifica que vos sos pobre. Sos doblemente pobre porque estás etiquetado. El Estado con su capacidad de imposición, de oficialización, refuerza esa realidad. Por eso hay que tener cuidado cuando se hace estas clasificación de establecimientos “tipo A, tipo B”, “de primera, de segunda o de tercera” como pretendieron hacer en Chile de Piñera. Luego viene la lucha por las interpretaciones de las cifras. El mito de la evaluación es un mito que pertenece aún al paquete de lo tecnocrático, es decir, un mito emergente".
Resulta interesante que hayas traido a colación la idea de estigmatización del Estado ¿Cómo afectan las políticas focalizadas a aquellos "beneficiarios"? Cabe perfectamente el siguiente video https://www.youtube.com/watch?v=4JDu69Jy41Y. De todas formas lo subo al blog así todos tienen acceso desde la página central
Comparto extracto del programa de Canal Encuentro "Caminos de Tiza", una entrevista a Emilio Tenti Fantini
ResponderEliminar"Con respecto a las evaluaciones PISA ¿también hay un mito en relación a esos resultados? Es un mito emergente que es compartido no tanto por la opinión pública sino por los que hacen opinión pública, que son los expertos y especialistas. El mito de la evaluación, hoy todo hay que evaluarlo, hoy en día ya casi gobernar equivale a evaluar. Hay que evaluar los maestros, hay que evaluar los ingresante de las instituciones universitarias, a los graduados de las universidades, a los que terminan el bachillerato, evaluar, evaluar, evaluar…
Se busca medir, solo existe lo que se puede medir como dijo alguien brutalmente. Hay un montón de cosas que no se pueden medir. ¿Se puede medir la cantidad de afecto o de compromiso que tiene un maestro con los alumnos?, ¿puedo medir la vocación con un test?, ¿puedo medir el grado de amor?, ¿puedo medir el poder que tiene tal persona y decir el índice de poder que tiene alguien? Hoy hay índices de felicidad, ¿se puede medir la felicidad?, es un absurdo. Conceptos que son tan complejos y reducirlos a dos o tres indicadores y pretender elaborar una medida, diferenciar y clasificar. Lo peligroso es cuando se evalúa desde el Estado, porque el Estado tiene una autoridad, es una voz autorizada. Cuando el Estado dice este es bueno o este es malo no es que lo diga el vecino. Cuando el Estado lo dice lo hace con toda la autoridad de una clasificación oficial. Una cosa es ser pobre y otra cosa es dar un certificado por parte del Estado que te certifica que vos sos pobre. Sos doblemente pobre porque estás etiquetado. El Estado con su capacidad de imposición, de oficialización, refuerza esa realidad. Por eso hay que tener cuidado cuando se hace estas clasificación de establecimientos “tipo A, tipo B”, “de primera, de segunda o de tercera” como pretendieron hacer en Chile de Piñera.
Luego viene la lucha por las interpretaciones de las cifras. El mito de la evaluación es un mito que pertenece aún al paquete de lo tecnocrático, es decir, un mito emergente".
Resulta interesante que hayas traido a colación la idea de estigmatización del Estado ¿Cómo afectan las políticas focalizadas a aquellos "beneficiarios"? Cabe perfectamente el siguiente video https://www.youtube.com/watch?v=4JDu69Jy41Y. De todas formas lo subo al blog así todos tienen acceso desde la página central
Eliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=NrElYgJzwqY
ResponderEliminarSol:adjunto la dirección del video que comenté en clase.